Vueling: Te hemos descubierto. Lo sabemos todo. Cierto es que en las últimas semanas nos has dado muchas pistas y al final el tema ha caído por su propio peso. Ahora sabemos que tu actividad principal no es volar. No.
Eso es una tapadera. En realidad, llevas tiempo realizando un estudio sociológico sobre el comportamiento de las personas cuando se las somete a tensiones con la excusa de coger un vuelo. Sobre la reacción que tienen cuando ven sus ilusiones truncadas. De cómo soportan estoicamente la impotencia ante la injusticia de sus destinos frustrados.
Nos encantaría que compartieras con nosotros las primeras impresiones de ese estudio. Yo, como sufridora de retrasos extensos e informaciones nulas, a la espera de tus conclusiones, te cuento las mías.
Yo no soy gente. Ni todos los que se acercan a un aeropuerto con destinos e historias personales tampoco. Somos personas. No somos ganado. No somos ‘mercancía’.
Somos de carne y hueso, con nuestro corazoncito, nuestras ilusiones y nuestras expectativas. Volamos por necesidad, por placer, por soñar, por visitar, porque nos esperan, porque esperamos… Por miles de razones en nuestros planes entra volar y queremos llegar a destino y volver de él.
Los pasajeros llegamos al aeropuerto, nos ilusionamos, nos informamos, nos decepcionamos, esperamos pacientemente, nos aburrimos, nos informamos de nuevo una y otra vez, seguimos esperando, nos desilusionamos, nos entristecemos, nos frustramos y finalmente nos enfurecemos.
Aún así seguimos esperando y esperando porque aún con toda esta pesadilla nuestros motivos siguen pesando más que vuestras excusas y mentiras.
Y, finalmente, con poco, mucho y últimamente excesivo retraso entramos en el avión con nuestra decepción a cuestas y los ojos quemados de tanto mirar la pantalla de información. Y allí está la tripulación que, sin tener culpa de nada, está hastiada de escuchar quejas, aguantar malhumor ajeno, nerviosismos y palabras poco amables.
Consecuentemente ellos tampoco tienen la tolerancia en su mejor momento y su asertividad pasa por mínimos. Los entiendo. Pero son la cara visible de la compañía, los únicos a los que los pasajeros tenemos potestad de dirigirnos y allí se producen enfrentamientos poco amables. Vueling: anota esto para tu estudio, porque si en algún momento se tensa la cuerda es cuando entras en un avión con cinco horas de retraso, como hice yo ayer, y la tripulación llega exhausta de los vuelos previos.
Lo más peligroso para cualquier empresa es la gestión de las expectativas. Si las generas, cúmplelas. Si no, limítate a no excederte en lo que no puedes cumplir. Tú decides. Pero, por favor, sé realista. Los pasajeros merecemos un mínimo de dignidad.
Y si todo lo demás es importante, aún hay algo peor, el miedo. Sí. Últimamente me está entrando miedo a volar. Tripulaciones cansadas, pilotos con exceso de horas, aviones que se cargan y se descargan como si fueran un autobús de línea. ¿Qué pasa con la seguridad? ¿Se cumplen las normas? No. No contestéis. Vais a decir que sí. Pero no me lo creo. No nos lo creemos.
Habéis sobredimensionado la compañía con operaciones y volúmenes claramente poco realistas pero… ¿qué más da? El que ha tomado la decisión, ESE sí que ha volado, el resto nos hemos quedado en tierra.
Esperemos que el estudio tenga un fin más pronto que tarde, porque los conejillos de indias estamos agotados.
Imagino que el estudio lo debe patrocinar Red Bull, que es lo que deben tomar a litros los pilotos para mantener el tipo – y los ojos abiertos – y lo que tomamos nosotros en tierra intentando que nos dé las alas que vosotros nos habéis quitado. Mientras tanto nos arrastramos por la terminal como zombis exhaustos agarrados a la mínima posibilidad de que nuestras ilusiones no se desmoronen.
¿Volar a cualquier precio? Yo digo no. Solo os pido: CORREGIR. Si vais a poder cumplir vuestros compromisos, adelante. Si no, por favor, nunca fue más cierto lo de ‘una retirada a tiempo es una victoria’. Porque si no, ¡Os RETIRAREMOS nosotros!.
No nos subestiméis, porque se nos engaña una vez, pero no dos. La reputación se construye durante años y te la cargas en segundos. Ya vais muy justos para remontar, pero intentarlo, porque el pasaje no es tonto.
Estoy a disposición por si necesitáis más datos para vuestro estudio. En cuanto me recupere. Porque hoy, y gracias a vosotros, he tenido que ir trabajar sin dormir.
Y lo peor de todo, saber que con nuestras quejas os hacéis vosotros salvamanteles.
#AfectadaVuelosVY3716yVY3739
Red Bull da más alas que #novueling. Cambiar de compañía es la mejor opción. no te quedes en tierra.