Se llamaba Wolfgang y medía dos metros. Mi profe de alemán, digo. Yo tenía veintiun años y estaba a punto de sacarme el título de proficiency en inglés así que decidí probar suerte con un segundo idioma.
No tenía nada claro lo del alemán, pero entró aquella criatura por la puerta y yo creo que a todas se nos cayeron las…ejem…la mandíbula al verlo. Y encima era simpático. Y sonreía mucho. Y se le hacían dos hoyuelos. Joder. Que parece que lo estoy viendo. Que, porque no me acuerdo del apellido, pero me están dando todas las ganas de buscarlo en Facebook.
Hola, soy vuestro lehrer. ¿Listas para practicar la lengua?
Calla. Calla. Loca. Estate quieta pará. El caso es que el alemán no me convenció y pasado ese año maravilloso, que cuidado ¡acabé con un ocho de nota!, le dije adiós a Wolfgang y a su lengua.
Y empecé con el francés. Lo mío con esta lengua ha sido intermitente. Tres años que estudié en la EGB (¿He escrito EGB? ¡Dios Mio! Soy un dinosaurio). Tres años en una escuela de idiomas. Dos años de llevar el mercado de Marruecos en una empresa y dos años más que llevo ahora.
Y el maldito subjuntivo aún se me resiste. Que el otro día le dije yo a la profesora “¿pero es necesario? ¿No puedo hablar siempre en presente?”. “Mais Alicia, tu dois travailler dur ». Vale, Vale. J’ai compris.
¿El subjuntivo? No. S’il vous plaît: NO.
El caso es que como últimamente no estoy practicando el inglés, pánico me da que se me olvide ¡con lo necesario que es!
Así que ahora veo las películas en francés con subtítulos en inglés y así mato dos pájaros (y bastantes neuronas) de un tiro. O igual me invento algún lenguaje nuevo ¡que también podría ser! También lo hablo por casa a ratos. No, el sargento no me entiende, pero pone cara conciliadora en plan: “Déjala, si a ella le va bien y para mí es inofensivo”. Un santo.
Ostiaaaaaaaaaaaa. Muy fuerte: He soñado en francés.
Oye ¡que el otro día soñé en francés! Y me veía a mi misma dando una parrafada en esta lengua. Esto es un avance, fijo.
En fin, que por hoy voy a dejar descansar ya las neuronas idiomáticas, a cenar y a ver la telenovela turca.
Ostia, ¿y si aprendiera turco? Voy a darle una vuelta…
Me he mareado sólo con leerte, qué fuerza de voluntad tienes! Al final dominas el subjuntivo, no tengo dudas.
Pues 3 horas llevo ya con él en lo que va de lunes. O lo domino…¡o me domina! jajaja!!!