Compañeras, compañeras… ¡no os preocupéis por mí! No estaba muerta estaba estudiando…
Por eso esta semana, estaba Jones inusualmente callada. A ver, que tampoco os habéis perdido nada. Lo más emocionante que me ha pasado esta semana es que me he calzado dos lentillas en el mismo ojo.
Se puede ser pava y luego estoy yo que soy pava VIP y con carné.
El caso es que me he puesto las lentillas esta mañana y la izquierda me rascaba un poco. He pensado: quítate las dos, las enjuagas y te las pones otra vez.
Me he metido el dedo en el ojo derecho, he rascado un poco y me he hecho polvo la niña, la Pinta y la Santa maría ¡allí no había lentilla alguna! Y digo yo: ¿se me habrá caído? Pero no.
He metido el dedo en el ojo izquierdo y allí una encima de otra cual si estuvieran copulando estaban mis dos lentillas. De verdad, que estas cosas solo me pasan mí. Bueno y si le ha pasado a alguien más que lo diga por aquí, por favor, que la tontuna compartida, es menos tontuna.
Pero, ¿qué hacéis las dos juntas?
También esta semana he hecho un revival y he vuelto a los altramuces. Que en mi época se llamaban “chochos”. Ala. Ya lo he dicho. Ayss, es que yo soy muy Mayra Gómez Kemp. Vamos, de decirlo todo por su nombre, si vaca, vaca y si apartamento en Torremolinos, pues eso, apartamento en Torremolinos.
El caso es que fui a casa de una amiga y me dijo: “¿te pongo algo de picar con el vermut?”
Y le dije: “Mira sí, para picar ponme un pico y te voy haciendo un agujero en tu jardín para los cerezos, que yo me engordo hasta con las olivas borrachas que trae el Martini”.
Me miró, suspiró y con cara de #tevoyasalvarlavida y #túaúnnolosabes me contestó: “Calla, calla. Altramuces. Que no engordan, entretienen y tienen fibra”. Ostras. Que descubrimiento.
Seis botes he comprado. En casa somos así, de intensidad alta y despensa llena. Con deciros que hace un par de semanas que meriendo espárragos y no me da la calculadora para contar los botes que me ha comprado el sargento. Yo no se porqué en cuestión de comida tenemos el modo #supervivencia activado cual si hubiéramos pasado una guerra.
Altramuces-chochos ¡Olé ese aperitivo sano y light!
Uysss, ¡perdonad! Que me dejaba de contaros lo más emocionante ¡que he perdido un kilo! ¡Ya! Que diréis vosotras ¡tanta emoción por un kilo! Ya bueno es que hasta la fecha todo lo que perdía era la moral que cada vez que me subía a la báscula aquello siempre sumaba.
De pronto ver ese amago que hacen los números electrónicos en plan 62.9 – 63 – 62.9 – 63 ¡casi lloro! Que acabé enero con 65. Me veía varada en la orilla este verano y expulsando agua por el lomo cual ballena, que ahora que lo pienso mal no me iría con la retención de líquidos que estoy haciendo.
¿Soy la única que según lo que peses subiendo un pie ya no pones el otro?
Si habéis llegado al final de este trepidante texto, ya veis que vivo #LaVidaAlLímite.
Os deseo buen fin de semana y me abandono en brazos de Netflix, aunque me parece a mi que Morfeo se me va a llevar antes.
Besazos y hasta el lunes.