Buenas noches a todas
¡Mirad que horas! Pero es que la semana ha estado intensita y ha sido rozar el sofá y éste me ha abducido. Me levanto ahora de una siesta que ha empezado a las 7 de la tarde y que dos horas ha durado. ¡Si lo llego a saber me pongo el pijama!
El caso es que hoy he comido con mi amiga Laura. Desde que no hay nocturnidad ni alevosía nosotras hemos pasado las putivueltas a los viernes mediodía.
Hacemos un menú y un gin-tonic y nos creemos en la mejor disco. El caso es que me ha obligado a ir con minifalda y tacones, argumentándome que ella también iba a venir hecha un pincel y que esto y aquello…
Tía, tía…¡que me he pasado un poco al hacerme la raya!
Y ahí es cuando me he dado cuenta yo de la practica que hemos perdido. Para empezar, hace mil que no me calzo unas medias y a punto de carrera me he quedado 3 veces. Me he hecho un conjuntito mono y me he visto a mi misma diciendo: Va tía ¡ponte pendientes que hoy lo petas!
En saliendo por la puerta me he dado cuenta de que el hábito de perfumarme… ¡hasta luego Mari Carmen! Así que he reculado y me he vaporizado nivel extremo.
Ya en el ascensor me he mirado en el espejo y he visto que ¡oh! No me había pintado los ojos. Y como aún no había marcado, he regresado y le he dado al eyeliner hasta parecer un panda.
Yo, saliendo de casa acicalada y con una perdida de práctica importante.
¡Madre mía! Que yo antes esta fase “nos vamos de putivuelta” la tenía interiorizada y no me faltaba detalle y ahora me veo llegando al coche y dándome cuenta de que llevo las pantuflas puestas y la bata de guata arrastrando.
El caso que llego y la muy perra se había calzado unos tejanos y le digo “¿Y la minifalda?” a lo que me contesta: “La minifalda para ti. Yo estoy bien. Eras tú que la necesitabas”. No-fastidies.
Madre mía, yo con pendientes, perfumada y con eyeliner. Todo #tan2019.
Anodada estoy.
Cómo que Laura sabe que he tenido el ánimo maltrecho estos últimos días ha puesto en marcha la Operación Mini-Tacón-Power. Y oye ¡ha funcionado!
He llegado al restaurante con ánimo de Maruja Básica y he salido sintiéndome poco menos que Beyoncé.
La vida desde unos tacones altos, la raja de mi falda y pendientes nuevos ha mejorado por momentos. Añade un Martini y un camarero zalamero y no ha sido una noche quemando la pista, pero si unas risas de las de antes, digamos de aquellas #Muy2019.
El caso es que me he venido tan arriba que he acabado cogiendo el dominio CambioDeBox, haciéndome la pedicura y comprando dos pares más de pendientes. Partiendo el asfalto que iba y creyéndome que ligaba con cada coche que paraba a mi lado en el semáforo.
Yo, saliendo del restaurante.
¡Que poder tiene la ropa para hacerte sentir bien! ¡Y las buenas amigas para levantarte la moral!
Vida social me falta. Y calle. Y jarana. Y Putivuelta. Leches.
¡Ala! Pues ahora que ya me desahogado, me voy con Netflix. Que voy por la tercera temporada de Vis a Vis. #Cagomentodo.
Feliz fin de semana. Y si os venís abajo…falda y tacones pa’arriba.
yo ni con falda, ni con perfume ni con ná, esto no lo levanta ni la grúa, por cierto que tal Vis a Vis?? ya has visto unas cuantas series no? que recomiendas??
Y cuando creía que ya nada podría superar La casa de Papel…llegaron cuatro temporadas de VIS A VIS. Simplemente brutal.
Ríete tú de SKY ROJO. Y mira que le tenía ganas yo a Miguel Angel Silvestre, que a mí éste hombre me gusta haga lo que haga en la vida…pues a mí no e ha gustado nada. Si. la he visto entera son 8 capitulos de 25 minutos. Un pim-pan. Agradable a la vista para ver al moreno pero el argumento y la acción en sí entre predecible y casposilla.
Tomo nota thanks
La combinación ropa, tacones y buenas amigas es lo más!!! Lo que no levante eso…
Muy cierto!!!!!!!!!! Cien veces mejor que un par de ibuprofenos!!
y un Noruego por favor
¡Si! ¡Claro! Por favor, un Noruego que no falte nunca. jajajajaja.