PHOTOCALLS & PHOSKITOS: La cara B de la fiesta

El otro día me invitaron a una cena-fiesta con networking incluido. Esas que se suceden en un restaurante bonito y donde el glamour empapa hasta las paredes. Un amplio photocall a la entrada (y os aviso que yo por un photocall maaaaaaato, cual Belén Esteban con cola estirada y labios Frankfurt), así que unas cuantas fotos y dentro.

la-vida-es-un-photocall, Cuida tu imagen

La música estaba un poco alta y las mesas demasiado amplias hicieron que la intervención como networker fuera más un acto de fe a grito pelado, a lo Speakers’ Corner londinense, que otra cosa.

La gente maja. La cena muy buena y la compañía aún mejor (importantísimo ir a estos eventos con una buena amiga).

Cinderella is leavingEse día iba yo sin trasporte propio y me encontraba en el Barrio de Gracia, cuando a las 23.30 y aún esperando el postre fui consciente de que mi último tren era a las 23.50 y tuve que activar el modo Cenicienta ON.

Me levanté de la mesa y me despedí de mis compañeras, agradecí el acto a las organizadoras, subí las escaleras del restaurante, hice un par de caídas de pestañas a los presentes y con un último golpe de melena salí del local abandonando el glamour de esa noche definitivamente.

Miré el reloj: 23:35. Eché a correr. La ¿suerte? hizo que los primeros 3 semáforos estuvieran en verde así que la carrera hacia la estación fue casi en continuo. La vislumbré a lo lejos y aproveché el único semáforo en rojo que pillé para sacar mi ticket de tren. Agotado. JO!.
Tomé aire y llegué hasta la entrada y cuando ya veía la máquina de tickets…mis lindos zapatos Chie Mihara me fallaron y caí de rodillas tres escalones quedando enfrente de la máquina.

Cuidatuimagen, Chie Mihara shoesHubiera llorado, pero no quedaba glamuroso. Respiré hondo y me toqué las rodillas, levanté una pierna y luego otra, las rotulas parece que habían resistido el golpe:              mi ego no.

Compré un nuevo billete y arrastré mis maltrechas piernas hacía el andén.

Tenía un par de rasguños y me había roto las medias. Me sobraban 3 minutos así que decidí darme un homenaje compensatorio y saqué unos phoskitos de la máquina de vending…al fin y al cabo me había ido sin postre, así que 0% remordimiento.

Por fin, “Tren con destino en Sabadell entrando en vía…”, entré y cogí asiento, Cuidatuimagen, phoskitosme comí mis phoskitos mientras revisaba mis maravillosas fotos en el photocall de esa noche e instagrameaba varias.

Me toqué las rodillas y agradecí al universo que ese día estuviera de mi parte y no me hubiera roto nada, sonreí feliz y me quedé dormida como una pelota.

Y es que todas las fiestas tienen cara B, menos mal que la cara A compensa (casi siempre) 😉

¡Feliz Semana!

8 thoughts on “PHOTOCALLS & PHOSKITOS: La cara B de la fiesta

  1. Jajajaja! Para verte! Seguro que hasta cayendo te invade la aureola de glamour que te rodea. Yo, por comerme un phoskito me tiro de arribo a abajo de las escaleras y hasta pierdo el tren!

  2. Estupendo post!!! Me encanta esta nueva versión de la cenicienta… aunque con unos Chie MIhara (aunque fallen) quien quiere unos zapatitos de cristal?

  3. Si es que en los gimnasios no te entrenan para la vida real…el tren nunca se te escapa llevando bambas! Bonita imagen: vestido de noche, chies rosa palo, bolso joya, rodillas peladas y bigotes de chocolate, no sé si Cenicienta o la novia de Tom Sawyer!!

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