En Canarias me veía yo ahora mismo. O en México, aún mejor. Pero está el panorama como está y en los días que corren con salir animadito para el súper ya has cumplido.
El caso es que ni súper ni zafarrancho de sábado, servidora se ha ido hoy a recorrer mundo Facundo. Bueno, mejor dicho, acuñemos el termino de “Mundo cercano” que se ajusta mejor.
Cualquier cosa que fuera esquivar la mopa y hacer cola en el Mercadona con los puerros en la mano me valía hoy con tal de huir de éstas ‘Mis labores’ que, miré usted, no tuve yo nunca vocación de ama de casa.
Y el destino ha sido La Pedrera. Gaudí. Barcelona. Allá por mis 18 primaveras la visité yo por primera vez y maravillada me quedé.
Hoy 31 años más tarde la historia ha sido otra…

La espectacularidad seguía, pero mis piernas gritaban “abuelaaaaa” a cada rellano. Que han sido ocho pisos los que me he calzado. Cagomeentodo mediante he llegado a la azotea y he flipado casi a nivel místico. Con deciros que he necesitado un ratito de silencio. Yo, que no callo ni dormida, he necesitado auto-silenciarme para admirar tanta belleza. Ahí lo dejo.
Hagamos turismo local, leñe, que está brutal. Genera economía interna y disfrute a tren y medio de tu casa.
Pero espera, que llego a la tienda del monumento en cuestión (yo no sé porque las tiendas de museos y monumentos me ponen toda loca) y le digo al sargento: “Wait wait, ¿eso que es? ¿Un ascensor?”
Ojo. Cuidado que no tengo yo las piernas para repetir errores ni las lumbares para deslomes gratuitos. Vale. Que igual podía haber preguntado. Inhala. Exhala. Así Jones, bien.
Bueno, mirad, para quitadme el disgusto, me he ido de tiendas para ver si me echaba al cuerpo alguna ganga que acabara de redondear mi día ¡y así ha sido!
He pasado un ratito malo de remordimiento, pero me he acabado comprando un abrigazo rebajadísimo que claramente dejarlo en la percha tenía que estar penado.
Válgame. Voy a rezar un PadreAmancio que relaja mucho y a hacerme una friega en las piernas que me revientan las venas.
Eahh! A soñar bonito preciosas.
Jajajajaja un padre Amancio, esta me la quedo 🤣🤣🤣 la Pedrera es 😍😍😍 y toda Barcelona, la adoro, amo a Gaudí, el modernismo, las tiendas de museos aissss, de hecho me traje un anillo de la tienda de la Pedrera 😀😜
Entré en la Tienda de La Pedrera y casí me pareció IKEA, daba vueltas una y otra vez, me lo hubiera llevado todo, que bolsos! que anillos! Que libretas! Que pañuelos! Te lo juro que a mi las tiendas de los museos y los monumentos me flipan. Vamos hasta los imanes me gustan! En fin.
Y si un #PadreAmancio no te es suficiente, tres #AveMaríaStradivarius. Mano de Santo.
A veces nuestras ansias de viajar fuera hacen que nos olvidemos del turismo local, que está genial. Tenemos cosas maravillosas.
Cierto….
Yo que había vuelto a reprogramar las vegas…
me voy a conformar con el vallés. Snif. Y lo bonico que es!