¡Que raras somos, coño!
Hay días que te levantas feliz y no sabes ni porqué y otros que odias hasta la última mismísima hormiguita que pisa esta tierra y también, aparentemente, sin razón alguna.
Hoy fue uno de los primeros. A pesar de que fue sacar un pie del catre, empezar a bombear sangre con cierta racionalidad y dolerme todas las articulaciones.
Y es que, de un tiempo a esta parte, mi cuerpo por la noche, cual cenicienta, a partir de las 12h ¡se convierte en plomo! Pesa lo que no quieras tú ni saber y girarme de un lado a otro requiere de concentración además de pericia para no perder el cojín que llevo entre las piernas para que no se toquen mis rodillas. Creo que a éste conjunto de cosas se le conoce como “edad” y creo que es para todo el mundo.
Toma ¡subidón de día! Y eso que me ha venido la regla! #LavidaySusmisterios
Pero da igual porque hoy era un buen día. Me tome dos cafés. Me fuí a clase de natación, me bebí piscina y media, pero está bien. Hice tres horas de deberes de francés, muy soporífero, pero oh, ¡là là! No pasa rien. Es que hay días que tu cerebro está en modo “FELICIDAD ACTIVADA” y así te pisen el callo tu sonríes.
Y luego están esos días. Esos que no te vienes arriba ni que sea el mismísimo Brad Pitt quien te despierte. Que te duele la vida, los huesos y hasta las venas y ese día lo llevas fatal. Que el mismo café de siempre hoy te parece más amargo y que no tienes ganas más que de mirarte concentradamente un pie las próximas dos horas. No te da la vida para sonreír a pesar de que no tienes dramas y no hay huevos de mover el culo para ser productiva.
Pues no me siento yo muy católica hoy…
Señoras pues no pasa ná. Que habrá que tener días de todo. Que es que esas famosas frases de Mr. Wonderful y otros seres afines que nos obligan a ser la pera en vinagre todos los días han hecho mucho daño y no son ciertas.
“Corre tras tus sueños”. Pues oye, que unos días sí y otros no te apetece ni atarte las bambas.
“Todo es posible en la vida”. Pues a ver, todo todo ¡no! Porque yo querría cantar opera y con las cuerdas vocales que me han tocado pues como mucho para hacer de coro y con más gente.
Y así un largo etcétera.
¡Venga! ¡Venga! Dale todo el día con lo de estar feliz #tóelrato
Yo de la única frase que me fio es de la mía (atención, poner aquí sonido de bombo y platillo de AUTOEGO): VOY AL LÍO.
Porque la mente es una jodida manipuladora. En el 90% de los casos no va a tu favor. Me tomo el café por las mañanas y ahí esta dando la matraca: ¿Para que estás estudiando esto? ¿Tu crees que esto tal o aquello cuál? ¿En serio crees que tú…?
A ver chata, ¿qué parte de ¡DÉ-JA-ME EN PAZ no has entendido?
Por eso ni días buenos, ni días malos. Ni frases de automotivación ni verdades a cascoporro. Que la vida es un mejunje que trae de todo y bien revuelto. Tú a lo tuyo.
Vamos al lío es la forma que tengo yo de decirle a mi mente: ¡Calla! Y señoras: me pongo en pie y voy a por todas. No matter si el día pinta rosa o si pintan bastos. Yo puedo. Quiero. Voy.
Está permitido tener días de todo, pero no nos podemos permitir perder nuestra ACTITUD, queridas.
Eso, never never in the life. Que la ACTITUD es Carlos Baute de chófer llevándonos cual Marta Sánchez cualquiera a donde nosotras deseemos.
Así que, mete quinta chato.
Besos preciosas y ¡ACTITUD, ACTITUD, ACTITUD!
Jaaa soy otra de cojín entre las piernas, y además el mío tiene vida propia , aparece donde menos te esperas el muy capullo . Por cierto tu post me recuerda las historias de ayer de @alimentatuesencia, la sigues?
¡¡¡Otra con cojín!!! El mío tiene vida propia. Hay días que me lo encuentro en unos sitios que pienso…¿cómo no le hayan salido patas? No conozco esta cuenta que me dices, voy a mirarla ipso facto.
Exacto, la actitud es muy importante. Y yo también soy de cojín entre las piernas, sniff…
En serio ! Ays madre ¡que somos multitud!