En ocasiones soy la otra. Eso dice mi marido.
Ayer me confesó que en ocasiones siente remordimientos de estar conmigo después de un Martini, porque dice que cambio tanto, que parece que me la está pegando con otra.
Yo le dije que no se preocupe que, siempre y cuando, me la pegue conmigo misma, todo está bien.
Hoooola Jones…¿seguro que eres tú?
Suena lioso, pero es así. A mi marido no le gusto yo. Bueno, sí, un poco. No, en realidad bastante.
Pero también le gusta la otra y yo creo que incluso más. Cuando estoy así como tranquila y relajada, fácilmente después de tomar un vino o una cerveza, malucha, cansada o agotada, le gusto más.
No si el tipo es listo, para él es un efecto poliamor seguro. Tiene dos por el precio de una y ninguna de las dos se enfada.
A ver, yo sé que vivir conmigo no es fácil porque soy un poco potro y en ocasiones suelto alguna coz.
Mi vida sería algo así como: “Cariño, buenos días ¿has dormido bien?” – PATADA – PATADA – “Que tengas buen día” – COZ – “¿a qué hora acabas hoy, guapo?” – PATADA – COZ – “¿Qué hacemos de cena?” – PATADA – “Te quiero mucho” – COZ – COZ – “Buenas noches amore”.
Y parece ser que esto desequilibra un poco.
Yo, en algunos momentos del día… ¡También yo!.

¡Ojo! ¡Cuidado! Que él tampoco es trigo limpio.
Mi marido es policía, pero él aún no lo sabe, por eso lo llamo el sargento. Es la persona más cumplidora de las normas del mundo mundial que conozco. No puede aparcar en un vado ni un minuto. Ni aunque sea para que solo me baje. Antes abre la puerta y me empuja como en las películas. Nunca se le pasa ni un minuto la zona azul. Nunca llega tarde.
Aún recuerdo aquel agosto en Roma. Cuarenta grados, subimos a un autobús para dos paradas y cuando vio la señal de “no drinking”, me arrancó el vaso de Coca-Cola de la mano y lo lanzó a la calle. #AtropellameTruck del shock en el que entré. Grabado en mi memoria está.
Pues sí, tío. Parece ser que llevo un poli dentro.
Él es del estilo: “Buenos días guapa” – ¡FOOOORMEN! – ¡PRESENTEN ARMAS! – “¡Que tengas buen día, guapetona!” – CUADRENSE – ROMPAN FILAS Y ¡a trabajar! – “¿Cómo te ha ido el día? ¿todo bien?” – EN GUARDIA.
Y claro también es un poquito un sin vivir.
Es decir cuando coincide PATADA PATADA COZ con CUADRENSE PRESENTEN ARMAS. Pues muerte y destrucción, crisis de pareja, Oh Dios Mio ¡al garete todo!
Pero cuando se alinean un: “Cariño, guapa ¿todo bien?” con un “Guapo, que tengas buen día, te veo luego” pues amor empalagosillo del bueno nivel TELENOVELA MEXICANA.
Será por eso por lo que llevamos tanto tiempo, porque pasamos de la crisis a la telenovela tres veces al día. ¡Que no sea por falta de emociones!
El tema de la coz aún no lo tengo bajo control…
Y ahora desde que me la pega conmigo. ¡la leche! El emocionado y yo, de pronto, como si tuviera marido nuevo.
Mi marido, en realidad, no es mi marido: es un Curso de “Reglas y normas de nuestra constitución” encubierto y yo soy simplemente un “Máster en paciencia”.
Y aquí seguimos, cada uno estudiando lo suyo. Sí es que en el fondo, muy fondo fondo, somos majos. Pero hay que ahondar, ¡eh!
Jaaaa pues lo de Fuerteventura en plena pandemia tuvo que ser como cuando te registran con droga en el apt jaaaa. Lo que me he reído con la Coca Cola 🤣🤣🤣
Me parto con vosotros, y te imagino en la escena de la Coca Cola, ja ja…