19.01.21 KAKA KARMA

Ays, majas. Que dicen en la vida que todo pasa por algo. Me da toda la risa. A ver si alguien pudiera, por favor explicarme, porque se me ha fastidiado la batería del coche, me han puesto una multa por comprar una lechuga o me ha chocado mi compañera de trabajo en todo el morramen del coche en nuestro propio aparcamiento.

Pues pasar pasará por algo, pero a mi me parece que solo pasa para joder. Si buscáis “karma de mierda” en Google, aparece mi foto al lado. Además de que todo lo anterior fastidia, cuesta pasta. Lo mío no está siendo una cuesta de enero… que alguien me pasé el arnés ¡porqué esto es la subida al Everest! Que en el suma y sigue me voy acercando a los 400 talegos en la zona de desinversión bolsillera. Amárrame esos pavos, una vez más.

Fuuuuuuuuuuucking karma!!!

Lo del coche ha sido hoy. He bajado al aparcamiento dispuesta y pizpireta y el coche me ha hecho una peineta nivel: “chata vete cambiando batería si quieres que nuestra relación continue” y su forma de decírmelo ha sido encendiendo y apagando las luces, además de conectar y desconectar el parabrisas. Parecía que estaba poseído. Encima se ha apagado la luz del garaje y me he quedado al punto de grito nivel ducha de psicosis. Inhala, exhala, inhala, exhala. Bien Jones.

Oh My God. ¡El coche diabólico! ¡Nooooooo!

Mirad, no me ha relajado ni que el ¿gruero? ¡gruísta? Bueno el portador de ese coche rescatador estuviera bueno. Ojos verdes y barbita de tres días, él. Ojos desorbitados y mala ostia acumulada de las últimas tres semanas, yo. Amor imposible. Chupinazo al coche y si te he visto no me acuerdo. Dos horas más tarde y cuenta bancaria aligerada, el bólido y yo volvíamos a ser amigos.

Lo de la multa fue hace un par de semanas. Triste viernes en que, cargada de remordimientos por los excesos navideños, paré ante un súper para comprar una triste lechuga y ¡zas! Doscientos eurazos por un minuto en doble fila. Cosa que hago dos veces al año.

¡Ostia! ¡Tampoco hay que ponerse así! ¡Que ha sido solo un minuto!

Siendo positiva diré que…mira ¡podían haber sido 400! Pero la realidad es que esa bolsa de lechuga cogió el nivel ensalada de restaurante de estrella Michelin en lo que tardé en llegar a casa. La tuve que tirar, estoy segurísima de que cenar ese entrante de 202 € me hubiera dado úlcera. La próxima vez me salto un stop porque semejante desembolso por conseguir cuatro hierbas es de tener muy mal karma.

Rematemos con el choque amistoso de mi compañera de trabajo bajo el grito de “no te he visto”. Cierto es que mi utilitario gris no es un fuera serie pero deciros que ese golpe innecesario acabo de hundirme. Pero, pero, pero…según el universo “todo pasa por algo”, pues sanado y bendecido.

Ahora mismo, mi conclusión es que el universo esta tratando de decirme que me compre un patinete eléctrico.

Si no fuera por las rodillas cascadas.

Y por el antecedente de salir volando de un segway.

Y porque con taconazo no lo veo practico.

¡Cuidado! ¡Apartaros! ¡Que ahí llega la loca del patinete!

Y aún le quedan diez días al mes. De seguir así me veo abriendo un crowfunding solidario con el inspirador nombre de “Amortiguar karma de mierda”.

Ahhh, y por supuesto muerte a las ensaladas ¡hasta nuevo aviso!

Besicos de Jones y su kaka-karma.

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10.01.21 J*der el tiempo que hace ya de… ¡todo!

De un tiempo a esta parte vivo con un poco de NOSTALGIA.

Podría autoengañarme y decirme que no, que es un tema de recuerdos agradables, que es porque estamos de bajón COVID y salimos poco o porque me han puesto como compañeras dos pollitas de 23 años que me hacen sentir la gallina clueca del corral.

Pero… si engañar a los demás es feo, ¡imagínate engañarse a una misma. A ver, que soy yo la misma que me lo cuento y que luego tengo que creérmelo. Estamos locos ¿o qué?

Y mientras a cualquier hora y en cualquier emisora que pongo aleatoriamente para un trayecto corto de coche, siempre sale un reguetón…

Yo me agarro al FEAPO DE Loquillo y su Cadillac solitario, su asiento de atrás y sus ganas de ir a Los Angeles. Y al uhhh nena… ¡voy a ser una rock & roll star! A mi este tipo me gustaba mogollón. Una porque mide dos metros y una tiene poca religión más allá de la altura en lo que a hombres se refiere. Si además le añades tupe, patillas y bien de actitud. ¡me tiene!! A ese Cadillac me hubiera subido yo con los ojos cerrados y hace mucha pinta de que me lo hubiera pasado muy bien.

Pero ¡que manía con lo de actualizar las canciones!

Suena Living in a Prayer y veo a John Bon Jovi volar por los aires en un concierto y a mí misma saltar como una condenada en una pista abarrotada un sábado tarde. Mini negra, jersey y calcetines fucsias por encima de las negras ¿en serio? Ahora sería de urticaria, pero defendía yo semejante esperpento con una actitud que lo petaba. Del calor que pasaba con el jersey ni hablamos.

El tal John y esos pelanganos rubios me flipaban y eso que me consta que la criatura no es precisamente alta. Igual fue el principio del fin, el día que abrí la horquilla a los gustos peculiares y peleones.

Sí, mira, te traigo foto… ¡está es la permanente que quiero!….

Debía ser de las pocas que en Modern Talking me gustaba el rubio, lo pienso ahora: el horterismo en persona.

De Wham!, me gustaba Andrew, despreciando al buenorro de George.

Y el tema no mejoro, ¡pues no que me gustaba el rubio de Café Quijano!

Que te guste éste tipo en tu adolescencia es síntoma de que el cerebro aún se te está formando…

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Menos mal que con el sargento estuve un poco más acertada. Me lo ligue una tarde que él llevaba chupa de cuero y yo dos vodkas con naranja puestos. Podría mentir diciendo que hacia pinta de ser el padre de mis hijos pero la verdad es que solo me fije en su altura y en su mirada franca y eso porque tuve que acercarme bastante porque la que iba ciega era yo.

30 años que hace de ese día, como para no sentir nostalgia.

A ese moreno me lo ligo yo hoy. Palabrita.

VEF > Visto en las Redes > Amigos de verdad y cubatas por @afrobuda

39 años desde que Loquillo fumaba en su Cadillac solitario mientras se zumbaba rubias en el asiento de atrás.

38 años desde que bailaba Like a Virgin dando vueltas a la mesa de comedor de mi casa y compraba blonda a escondidas.

36 años desde que Bon Jovi se descoyuntaba el cuello a golpes en Living on a Prayer y yo me hacía mi primera permanente para seguir el estilo heavy.

33 años desde que empezó mi vida laboral haciendo prácticas en una empresa de café.

25 años de mi viaje por la Costa oeste de EE. UU. y de sobrevolar el cañón del colorado.

20 años desde que acabé mi Master en Marketing y descubrí lo que me gustaba.

18 años yendo al mismo peluquero y escuchando su retórica sobre cómo me va a dejar tan guapa que me van a confundir con la Bellucci.

¡Venga Jones. Joder. Vente arriba. No te ancles en el pasado.

¡Sube el volumen!

¡Ostia! Reguetón! ¿en serio? Así, no se puede.

Voy a comprarme unos metros de blonda y a quitarle el micro a mi sobrina y ¡que sea lo que Dios quiera! ¡necesito desquitarme!

Besicos de Nostalgic-Jones. J*der el tiempo que hace ya de… ¡todo!

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04.01.21 Para propósitos está el año…¡súmate al KAIZEN!

Para propósitos ésta el año. Que ha llegado 2022 con la frente marchita de antemano y con vistas a hacernos tener más cintura, si cabe, que el pasado año con sus vaivenes. En mi caso, este tema es real, porque mi michelín crece al mismo ritmo que el desánimo y cansancio coronavírico. O para el virus o me desparramo yo. No veo otra.

Al tema, que dada la imposibilidad circunstancial de marcarse, lo que se viene conociendo como propósitos de toda la vida de Dios, porque viene el bichaco y te los suspende en cero coma, lo que he hecho es marcarme objetivos “de a mes”.

Que si se jode el invento, te estropea solo 30 días y en principio los siguientes quedan intactos, ¡amárrenme esos pavos!

¿Propósitos para todo el año? Estamos locos o what?

Confused Wait What GIF

Este año me he venido arriba con este tema y he decidido ser una profesional objetivándome, así que me he entregado a la filosofía kaizen, de mejora continua.

A ver, que viviendo con un ingeniero que hace un Excel de reparto de tareas de casa con filtros incluido, antes o después iba a caer el kaizen sí o sí. Las conversaciones en la cena son de lo más metodológicas y menos románticas posible.

Así que he cogido libreta de las gordas y lápiz y le he dado fuerte: que si leerme cinco libros al mes, revisar los apuntes de aquel curso tan interesante que deje pendiente, tomar menos café, meter más cardio en mi vida, dejar de beberme la piscina, afinar cintura, volver a tener cara de triunfadora, ponerme crema en los remos que se me están agrietando, tomar las vitaminas y las pastillas para las articulaciones de forma constante, desmaquillarme en modo fetén, comer más kiwis…

Bueno, bueno, todo un desparrame de mediocridades en un intento por volver a ser la persona pre-covid que yo era. Aunque para eso me faltan fiestas y me sobra hastío. Pero todo se andará.

¡Comer más kiwis! ¡que se me olvidaba!

Kate Hudson Writing GIF by The Drew Barrymore Show

Para una #ansiaviva como yo, el kaizen es todo un reto: IMPLEMENTAR TODO A PASITOS PEQUEÑOS. No hurry. Sin forzar. Be quiet my friend. Me da toda la risa x 3. Pasito y yo no cabemos en la misma frase.

No obstante he empezado ya a implementarlo. Así que ayer ya hice un poco de natación, un poco de cardio, un poco de lectura, un poco de crema, un poco de régimen, un poco de francés y…

¡pues que acabé con agujetas hasta en las pestañas y la cabeza que me iba a estallar!

A ver, ¡repíteme eso! ¿Despacito? ¿Quién? ¿Yo?

amino ladybug GIF

Mientras Marido me decía: “Corre un kilómetro”, yo hice cuatro porque, ¿ponerse para tan poco?. “Nada 600-700m”, a ver, para menos de mil no merece la pena ni ponerse el bañador. “Léete un capítulo”. Cien páginas, me vendría pareciendo lo correcto. Y así todo el rato.

A ver, intentar integrar lo de ‘pasos pequeños’ en alguien que vive a zancada larga, pues va a ser como Roma ¡que no se hizo en un día!

Eso, sí, no soy yo persona de desistir fácilmente, así que tengo kaizen planes para los próximos meses. Veo más fácil perder el michelín que integrar la filosofía, pero…

¿Quién dijo miedo?

Besicos de Kaizen-Jones.

30.12.21 ¡Vamos a darnos nuestro merecido!

OK. Se acabó 2021. Echamos persiana y #hastaluegomaricarmen. Sin dramas ni lagrimeo, que cierto es que estuvo mejor que el 2020, pero co*o, ¡es que eso era facilísimo!

Se va el año de mis cincuenta tacos. El que recorrí mundo hasta hacerle la competencia a Willy Fogg. El que me trajo cinco kilos extra y no se los ha querido llevar. El de la incipiente papada. El de la libertad de la madurez. El que se llevó el poco filtro que me quedaba. El que me dejó, si cabe, una verborrea más sincera.

Tengo que mejorar el tema de mi equipaje viajando.

2020. El año de las inquietudes. De trabajar mucho, muchísimo. De pasar de un puesto a otro. De cuestionarme la vida 24/7. De huir de mí misma pero llevándome conmigo. De pensar blanco, negro y amarillo de nuevo. El de los pensamientos encadenados, el de las preguntas sin respuesta, el de los porqués y el de deshojar la margarita en modo esto si lo quiero y esto no lo quiero más.

NO. Esto ya NO lo quiero en mi vida. Y ya está. Que va a ser que No.

Soy más de hacer recuentos que propósitos. Aunque os confieso que para mí la única suma importante es la de que me salgan las cuentas familiares y sigamos estando todos.

De money, money, ni hablamos. Sigo siendo pobre. Según se mire. Porque en amor soy más rica que Paris Hilton. Y eso, señoras ¡mola y mucho!.

Que no todo va a ser guita. Es más, si me dan a elegir entre pasta gansa y tiempo, en estos momentos me prima mucho más ver un atardecer que tener unos zapatos nuevos.

F*ck! Ahora entiendo lo de que el tiempo vuela…

Así que, querido 2022, seré breve:

La salud vaya por delante pero lo único que te pido es TIEMPO y de hecho es el único propósito que tengo para el próximo año. Tiempo para mí. Para compartir. Para regalar a los míos.

Ays, señoras, señoras ¡que la vida es una pasada! Pero solo una. Que si, que igual luego te reencarnas y bla bla bla… pero por si acaso no:

¡Vivamos arrasándonos con felicidad diaria!

Y os aseguro que no necesitamos Cuarto Milenio para desvelar el misterio de intentar ser felices: Meterle acción a los propósitos y tomar decisiones. Eah! Casi ná!

Sólo una pasada queridas. Yes, only ONE.

Hola 2022: Pasa. Llegas sin expectativas. Tus antecesores te lo han puesto fácil. Tengo planes para mi persona: solo tengo que ordenarlos. Enseguida te los cuento. Vete acomodando.

Queridas mías, ¡no nos demoremos más! ¡VAMOS A DARNOS NUESTRO MERECIDO!

¡Meted primera! ¡Arrancamos!