Hoy estoy reivindicativa. Creo que corren pocos valientes por estos días. La gente dice y hace lo que se espera que diga o haga. Nadie apuesta por la sinceridad. No hay interés en actuar y comportarse como realmente se piensa. Se es esperable. No se altera la tranquilidad. Nadie quiere correr riesgos.
Pero si la sinceridad es arriesgada ríete tú de la hipocresía. Y es que yo creo que no puede salir nada bueno de pensar una cosa y hacer otra. Decir vengo y por dentro no querer ni dar un paso. Gritar que es genial cuando no lo es ni de lejos, ¿no es eso acaso un riesgo?
Un riesgo de perderte a ti mismo, a tu manera de ser, a tus principios, a tus valores, a tu comportamiento, a quien eres realmente. Pero es más cómodo seguir a la manada, agachar la cabeza, asentir con la mirada, actuar como si no pasara nada y después recoger el corazón encogido y llevártelo para curarlo en casa. Vale.
A los sinceros no nos entienden. Y por supuesto no nos valoran. Estamos hasta mal vistos. ¿Decir la verdad? ¡Qué osadía! En este país de pacotilla dónde lo que se valoran son los chistosos, los pelotas y los hipócritas máximos que no dan problemas, los sinceros molestamos y hasta somos tachados de problemáticos.
Pues malas noticias, somos pocos, pero resistentes. No hay placer más inconmensurable que apoyar la cabeza en tu almohada sabiendo que todo está en orden. Que tomas las decisiones correctas, que has dicho lo que piensas, que no disfrazas la verdad, que no has dicho en voz alta nada solo para que alguien estuviera contento y que no cuentas la feria como te va sino como realmente es.
En palabras de Mayra Gómez Kemp: “si vaca, vaca y si apartamento, apartamento”.
Será la edad, pero se me empieza a acabar la paciencia de vestir las realidades con un manto de tolerancia infinita para que parezca bonito lo que no lo es. Al pan pan y al vino vino, y si lo que a ti te va es la Coca-Cola, asúmelo y busca dónde la repartan.
Hay que practicar la auto responsabilidad, señores. Actúen como son porque es lo más preciado que tienen, el hecho de que son únicos. Es mejor ser la oveja negra que parte anodina del multitudinario rebaño.
Los mensajes te llegan en la vida a través de mensajeros variopintos. Recuerdo cuando vendía seguros a domicilio, durísimo y reconfortante a la vez, que una señora argentina a la que atendía, me dijo: “Para que te quejas, sino te quejas”.
Basta de hablar en voz alta pero quejarse por lo bajini a quien uno no debe. Eso es sobrecargar a los compañeros, familiares y amigos con quejas cansinas que nunca llegan a un destino dónde habría una posibilidad de solución. Sean valientes, busquen soluciones.
Y la más valiosa me la regalo una amiga, que con el tiempo he perdido, aunque sigue en mi su sabio consejo: “Si no te conformas con cualquier cosa, porque te metes en cualquier parte”. Increíble.
Esta frase reúne el summum del autoconocimiento. Contra más te conozcas más fácil será que no te metas dónde no debes. Porque la gestión de las expectativas es un tema peligroso y cuando te caes te haces daño y, si, duele. Punto.
Si has tropezado, aprende. Mira bien la piedra para reconocerla si se vuelve a presentar en tu vida, sabrás esquivarla.
Pero si te has caído porque te han empujado, levántate y no te eches la culpa. Gírate hacía esa persona y díselo, quizás para él también sea un mensaje que estaba esperando y tú el mensajero. A veces la gente sabe que no está actuando bien y aunque quizás no lo va a reconocer públicamente, existe una posibilidad de que el mensaje cale en su mente. Vale la pena intentarlo.
Y si no pueden hacer todo lo anterior, no pasa nada. Respétennos a los que sí podemos. No es que seamos el colmo de la valentía, es simplemente que no toleramos según qué vilezas.
Es una cuestión de principios. No nos vean como los raros. No apoyen siempre al rebaño. Sean capaces de vernos, de entendernos y por supuesto libres de actuar como deseen.
Sí, igual soy una oveja negra. Negra y sincera.
No me busquen en el rebaño, no soy de agachar la cabeza.
#megustairdecara #llamaracadacosaporsunombe #dormirtranquila
Felicitats, estimada Alicia. A mi també em sembla que anar amb la veritat pel davant és la millor actitud, però no ens oblidem de dir les coses amorosament, sense deixar de ser ferms en les nostres conviccions. Un petó.
Imma,
No saps com m’agrada ‘tenir-te’ per aquí!!!. Gràcies per la teva opinió. Totalmente d´acord. A la vida tot és pot dir amorosament i amb respecte. Petonàs per tu #ganesdeveuret
Alice! Noia no sé. Jo amb els anys mhe adonat que la sinceritat tampoc és bona del tot. Més que res perquè tothom té la seva veritat i la sinceritat sol fer mal. I les paraules dites ja no es poden tirar enrera. Penso que hem d’apendre més a callar i ser sincers amb nosaltres mateixos i als altres no mentir-los, però tampoc fer-los sentir malament amb les nostres veritats. Màxim respecte pel ramat. En el fons…. som essers socials i tots pertanyem al ramat, siguem blancs o negres. A no ser que ens aïllem totalment del mon, en aquest cas aquest estiu he descobert el lloc perfecte, si t interessa ja et diré ón és (no hi ha Zara aviso 😂) 😍
Ostres! A Austria! Hi ha lloc per una ovella negra?? #tindrémonosensezaraaviso
Gràcies per la teva opinió. Màxim respecte. MUAC.
Hi ha lloc per moooooltes ovelles negres…. Però si som moltes ja son ramat no? Que dificil tu ..😂😂
Ostres!!! Tens raó! Doncs sí, que difícil! I un ramat d’ ovelles negres??? 😉
Es peligroso. Una cosa es ser sincero a uno mismo y no faltarse al respeto actuando con coherencia y sinceridad. Otra cosa es pensar que los demás necesitan nuestra verdad. Y otra, más peligrosa aún, ir de frente con “la verdad”: no siempre es el momento, hay formas y los demás tienen sentimientos y su propia verdad.
Aunque comparto tu fondo: sinceridad con uno mismo.
Estoy de acuerdo contigo Victor.A veces a la gente no le interesa escuchar su verdad que siempre es diferente de los demás.
Gracias Antonio por tu opinión. Las verdades siempre suelen ser incomodas. 😉
Efectivamente, sinceridad con uno mismo. No puedo mentirme a mi misma solo por quedar bien. A la larga eso me causa un conflicto interno. MUAC.
Me ha encantado.
Gracias y Bienvenida!!!