Sí. Fibra de la buena. Que no. Que no me refiero al kiwi que me tomo todas las mañanas con propósitos bastante adivinables, la verdad. Ni a las espinacas que me trae mi madre en tupper por aquello de: “Hija, es que además de fibra tienen mucho hierro y tú has sido siempre mucho de anemias”. Más maja mi madre…
No sé cómo explicarle que lo de la anemia no lo arreglamos con cuatro espinacas; que es una cuestión de que tengo una señora regla todos los meses que me desangra viva a lo Matanza de Texas. ¡Bienvenidas espinacas, anyway!
Ni me refiero a las piernas fibraDAS de tanto running y mis bracicos de abueleta con columpio (mi sobrina a las alas de murciélago de los brazos las llama “los columpios” por lo que se mueven. ¡Ya le hará menos gracia dentro de unos años!) que intento fibrar a base de hacer pesas con dos tetabricks de avena. Sí, pesas no tengo. (Nota para mí misma: Ir a Decathlon. Comprar pesas).
Me refiero a que vino un señor de Yoigo el otro día a instalarme la fibra telefónica y el que casi se instala fue él. Miedo me daba pensar que había venido con cepillo de dientes. ¡Casi cuatro horas echó en mi casa!
Y por si os he creado alguna duda: No. No tengo uno de esas casas con ala norte y ala sur. Tengo un pisito corriente y moliente y por lo visto con dificultades pasa-cable en lo que a fibra se refiere. Estuve a un tris de ofrecerle que se quedara a cenar. ¡Que se hicieron las nueve de la noche y a la criatura se la veía hambrienta!
El drama de poner la fibra no es ni la cantidad de horas que un desconocido se te instala en casa ni la banda sonora que se produce “Tira del cable. Despacio. Tira. Vuelve a tirar. Para”. No. ¡Qué va! El verdadero drama fue vaciar todo el armario del comedor para poder moverlo.
Si es que nosotros cuando nos ‘ajuntamos’ compramos el mueble más grande que encontramos para el salón, total ¡como lo debíamos todo! Pues no iba a ir de unos miles de las antiguas pesetas sumadas al hipotecón de turno.
Vaciar el armario. Con todo su interior. Ese ajuar que me persigue sin fin. Esa cubertería de los domingos. ¿A mí? Que compro las ensaladas hechas de Mercadona y me las como con el tenedor de plástico que traen. ¡Esas mantelerías! ¿A mí? Pero si yo no uso mantel. Si hacemos todas las comidas en la cocina con su hule antimanchas. Y copas y más copas, toda una cristalería ¿para qué? Si yo con dos copas de vino y un vaso de cubata, ya hago.
Pues todo eso está ahora mismo en ristre en el cuarto de al lado del salón. Estoy pensando si vuelve a su guarida. O lo vendo. O lo doy. O lo regalo. Yo qué sé. Es que a mí esto del ajuar me suena a ‘dote’. Porque vaya, mi marido como ajuar trajo cuatro calzoncillos y seis calcetines. ¡y para de contar! Y yo tengo mantelerías para cubrir el Campo del Barça y toda la gradería.
Sea como fuere: que ya tengo fibra, estoy fibrada y como kiwis. Si esto no es una oda a la fibra ¿Qué lo es?
Ahora a disfrutarla. Mira… ¡que igual lo celebro estrenando alguna copa de la cristalería! ¿Lo he dicho en voz alta? Aysss. Que me parece a mí que el ajuar se queda.
Besos. Feliz semana. Por favor, que alguien más me diga que tiene ‘ajuar’ ochentero en casa!!!
#YoNoSoyGente #YVosotrosTampoco #FibraAquíFibraAllá
No me asustes. Uno de estos días (es penoso pero es así, no tengo ni idea de cuando vendrán) tiene que instalarme la wifi en casa. Estoy pensando en ir preparándoles la cena… 😉
Que la disfrutes, tú que ya puedes!!!
Besos
Ve pidiendo unas pizzas, porque rápidos, rápidos no son…
Besazos morena.
Aliciaaa, yo también tengo el ajuar, que además incluye cosas de “ganchillo” que mi abuela nos hizo a todos sus nietos, como tapetes para mesas y sofás (que sí, que en su época se usaban), colchas, toallas con iniciales y acabados de ganchillo, y así hasta el infinito. Tengo que decir que me da mucha pena el tiempo que perdió mi abuela (y la vista) haciendo tantísimas cosas y yo no las he usado NUNCA.
Oh My God!!Tapetes de ganchillo ¡Nooooo! Afortunadamente hemos avanzado y eso del ajuar ya no se estila. Pero sí, que de tiempo y vista perdidos!!
Pues yo no tengo fibra porque no solo tengo que desmontar y vaciar el ropero, sino que además hay que hacer una roza en la pared tamaño grieta de terremoto y paso, va ser que no, hasta ahí podiamos llegar, me dice el tecnico que el adsl que tengo desaparecerá en 2 años, pues yo a esperar, que para entonces seguro que ya la fibra vuela por la casa y no hay que pasar cable alguno, me dan sudores solo de pensar en hacer obra para meter un CABLE??? paso. Y ajuar lo que se dice ajuar tengo uno bastante peculiar dado que la progenitora es muy aficionada al tema labores y ya te puedes imaginar, eso si, lo del patchwork me encantaaa. Besotes!!
Ah no!!! Si hay que hacer obras es un NO rotundo. El técnico llegó a mi casa amenazado de que si había que rascar lo mínimo una pared se iba por donde había venido. Hombre, la tecnología va tan rápido que a saber en dos años lo que hay. Por cierto, si te falta manteleria para estas Navidades ¡ avisa ! ¡Que te envío cinco juegos!
Jajajaja bueno pero es que te ha salido compañía por el día, es más debiste aprovechar y regalarle al sr un juego de copas.
¡Cierto!!! ¿pero como no aproveche para regalarle al señor un juego de copas y una manteleria? En ocasiones estoy lenta!! jajaja. Besos.