TODOS SOMOS EL BARON ASHLER

Yo no soy gente, Baron Ashler, Todos somos el Baron AshlerDicen por ahí que todos tenemos una mitad masculina y otra femenina.

Vamos…que nuestro cerebro es mitad hombre, mitad mujer.

Yin y Yang. Motores y compras. Mapas y atenciones.

Es decir que vamos por ahí cual Barón Ashler, sin tener muy claro para que lado nos decantamos. Y digo yo, ¿cómo sabe una si es más masculina que femenina o al revés?

Tirando de memoria, he estado pensando hacía que lado me decanto y creo que he llegado a algunas conclusiones…

Ya de muy pequeña jamás solté una lágrima viendo como Marco gastaba suela recorriendo medio mundo tras la pista de su madre. Además odiaba profundamente a su mono Amedio.

Siempre me dio igual que Clarita se despeñara montañas abajo porque Heidi se había ido a ligar con Pedro. En realidad, yo quería ser el abuelo. Ese hombre que parecía vivir con todas las comodidades para su época, ser un tipo apacible y seguro que tenía un montón de pasta debajo de una losa y el negocio de las cabras era una tapadera.

Tenía 6 años cuando mi madre ya me dejaba entrar en la cocina a “ayudarla”, hasta que me volqué un plato de sopa hirviendo por la barriga y desde entonces gasto un ombligo de lo más curioso, así pues mama me vetó la entrada. ¿La verdad? Qué alivio.

Yo no soy gente, Baron Ashler, Todos somos el Baron Ashler, Afrdita A, Mazinguez Z, pechos fueraY esas tardes eternas mientras mi madre hacía ganchillo (que a mí me parecía lo más aburrido del mundo) y me daba un par de agujas para que practicará. “¿Hola? ¿Pero que me estas contando?”-pensaba yo. Yo lo que quiero es irme a la calle a correr como si no hubiera un mañana.

Adoraba las noches de Curro Jiménez (muy fan del “Estudiante” por aquella época) junto a mi padre en el sofá, mientras él me decía en el intermedio, cuando ponían los anuncios: “Cambia el canal a ver que echan en la UHF”.

Y yo obediente iba y venía ante la ausencia del mando a distancia y solucionando así el tema de la obesidad infantil.

Bueno, bueno, y el momentazo Starsky y Hutch, no tenía nombre…mi padre y yo viendo a esos dos cutre-detectives que nos parecían lo más, y que cuando a todo el mundo le gustaba Hutch, yo era más de Starsky. Solo por llevar la contraria.

Yo nunca tuve una Barbie. Jamás me gustaron (ni me gustan), a ver piltrafilla…esa muñeca anorexica seguro que no tenía fuerza ni para vestirse sola. Yo era más de Nancy, una tipa robustona que lo mismo se iba a una fiesta que descargaba camiones.

Bufff ¿Y Candy Candy? siempre me pareció una ñoñez superlativa. A mí me encantaba Mazinguer Z. Moría cada vez que Sayaka decía aquello de “Pechos Fuera” y sus pechos cargaban contra el enemigo, y aún me gustaba más el rollo morboso que se llevaba con Koji.

Mi heroína era la única componente femenina del Comando G. Sobrevolando los cielos y arrasando entre el personal masculino.

Y llego la adolescencia y con ella, lo días jugando al futbol en la calle y yo siempre era la portera. Defendía aquel banco-portería que ríete tú de Valdés. Hasta que mi madre me chichaba por la ventana: “Subeeeeeeee, que ya es de noche”.

No me importa recocerlo yo creo que hasta la pubertad (léase llegada de la menstruación odiada y deseada a partes iguales por esas fechas), fui un chicazo. ¡Y a mucha honra! Balanza decantada hacía el lado masculino sin remedio alguno.

Yo no soy gente, Baron Ashler, Todos somos el Baron Ashler, Madonna, Who is that girl.

Luego a los 13 con la llegada de los tacones, Madonna y los pintalabios, el tema mejoro bastante, ganando peso el lado femenino.

Ahora creo que tengo la balanza fifty-fifty, lo mismo me contoneo haciendo pole-dance al estilo más sexy que boxeo y apaleo el saco como si me estuviera enfrentando en un ring.

Vamos, que reparto glamour y ostias como panes por igual.

Pura contradicción. Sí,  ¿Y qué?

#mazinguerZeslomas  #nomegustanlasbarbies  #mejorfutbolqueganchillo

 (Nota: Ilustraciones realizadas por Anna Castro. Gracias!.)

8 thoughts on “TODOS SOMOS EL BARON ASHLER

  1. Esperando como cada lunes tu post… y me encanta!!! Yo también soy más de Nancy (ahora las colecciono), aunque he de reconocer que Candy Candy… bueno, lloré como una descosida cuando murió Anthony… que se le va a hacer. Yo creo que en mi siempre ha tenido más peso el lado femenino…

  2. Esa escena de Anthony partiéndose la crisma y el caballo desbocado… no tienes corazón… jajajaja… ¡me encanta tu blog!

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