LA VUELTA AL COLE: DÍAS DE E.G.B.

No, no es que vaya a volver al cole, pero sí que hice un regreso mental a mis años de estudiante cuando entré el otro día en la planta 0 de El Corte Inglés. En realidad iba buscando un regalo para mi suegra (de la que ya os hablaré porque es un fenómeno) cuando de pronto me encontré totalmente inmersa entre libros, carpetas, mochilas y otros artículos que encendieron una lucecita en mi cerebro que mientras giraba decía: cole, cole, cole.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 48Yo soy  tan antigua que hice la EGB. Mi madre y mi abuelo se turnaron una noche entera para que yo pudiera entrar en uno de los pocos colegios que por esa época había en el barrio. Una larga noche haciendo relevos en una maca y con una manta (esto hoy en día sería rellenar un link en internet)y  guardando sitio en la cola. Ya me imagino yo que la estampa, entre sillas, macas y mantas de colores, debería tener un aire muy “romería”. Pero con mucho sentimiento.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 2Y entré. Vaya sin entré. Empecé en lo que se conocía por “Maternales” que vendría siendo el P-3 y P-4 de ahora (porque todavía existe, ¿verdad?) y dice mi madre que me oía desde la panadería de enfrente del colegio como chillaba “Mamaaá, no me dejes aquí”.

Me ha confesado que alguna vez tuvo tentación de volver por miedo a que me explotaran los pulmones de tanto grito pero resistió a pesar de volver cada día a casa con la sensación de que me dejaba en un campo de concentración. Mi madre era fuerte.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 49Y allí pase mis dos primeros años. La seño nos repartía un juguetito cada día que sacaba de un saco y ¡a jugar! A mí me encantaba cuando me tocaba una ollita de metal con las asas azules y la tapadera también y jugaba a las cocinitas (cosa que ahora detestaría, las ollas y la cocina a la par) y a veces también me tocaba una cunita de plástico con un muñecajo sin ojos. Feliz. Muy Feliz.
Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGBDe mi primer año guardo pocos recuerdos. Mi madre venía a la hora del patio y me traía un phoskito y un cacaolat que yo devoraba espantando el fantasma de la obesidad infantil a pesar de que mis rollizos tobillos amenazaban, ya por aquel entonces, con desbordarse de los calcetines. Salía a las 5 y corría a casa a jugar con los muñecos. Deberes aún era una palabra desconocida para mí.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 22Y empecé segundo. 2ºB para ser más concreta. Estaban la señorita Doña María y Doña Teresa, dos señoras de unos 40 años, gemelas y que vestían igual, lo recuerdo perfectamente, vamos como si las Tres Bessones se hicieran mayores y además con el mismo peinado.

Eran rococó hasta decir basta. Me hacían rezar un padre nuestro antes de salir al patio y otro al volver y tenían un método cantarín para dar las clases, una melodía rancia que aburría daba igual cual fuera la asignatura. Pero lo superé.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 3Tercero fue chulo, tuve a la señorita Doña Eugenia en su último año antes de jubilarse. Arrugadita y simpática por igual nos adoptó a todos como a los nietos con los que estaba deseando estar. Era divertida y ocurrente y te hacía sentir que “lo estabas haciendo bien”, te animaba y te apoyaba. Lo único que le recrimino es que en la asignatura de plástica nos hiciera hacer un “Tu y Yo” de punto de cruz. Creo que lo aborrecí tanto que el trauma me ha impedido volver a coser ni un botón.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 4Cuarto fue un curso que ni fú ni fa. Lo único que recuerdo es que me gustaba un niño que se llamaba Víctor, muy simpático, de hecho nos gustaba a todas las niñas y fantaseábamos en el recreo sobre quien se casaría con él. ¿Qué más? Ah sí! Un par de accidentes de esos que te dejan una señalita de por vida y cómo no… ¡el helicóptero de Tulipán! ¡Lo más!

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 5Para cuando me toco hacer 5º mis padres se mudaron de piso y yo de colegio y a esas edades ser “la nueva” es muy traumático. Teníamos como profesor a Don Agustín, un tipo con pinta de monje franciscano pero con más mala leche que Rambo cuando le quitan la metralleta y si te hacía una pregunta y no la sabías te lanzaba el borrador (esto ahora sería denunciable) y las clases de flauta. ¿Flauta? Todo el día limpiando babas.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB6Sexto fue fácil. Empezamos francés y descubrí que me gustaban los idiomas y se me daban bien. Don Tomás, pobre profe que iba de moderno, le tocó dar explicaciones sobre el despertar del sexo y lo pasaba fatal. Y descubrí los jeans ajustados y ya nunca más me los quité.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 8En Séptimo ya teníamos un profe por asignatura, lo que de pronto me parecía la marabunta. No recuerdo nada de nada. Solo logro recordar a la profe de francés y lo mucho que nos dio la vara con las canciones de Georges Moustaki. Ah sí! Y también que una compañera descubrió que era adoptada y lloramos todas con ella. Eso era solidaridad.

Yo no soy gente, historias reales, mundo surrealista, la vuelta al cole, dias de EGB 7Octavo fué lo más. Te creías el rey del mambo. Ya acababas y te venias arriba. Te creías mayor, formado y con todo el pastel por delante para hincarle el diente. Solía llevar tacones blancos (¿Por qué? ¿Por qué blancos?) Y empezaba a acortar la falda (ahora estaría totalmente desfasada). Lo que más recuerdo es la fiesta de despedida, los abrazos entre calamares a la romana en el bar-ecillo de turno mientras de fondo sonaba One night in Bangkok.

Y luego ya, despegar. Secundaria fue otra historia.

Todo esto fui capaz de recordar mientras paseaba por El Corte Inglés y mientras recordaba como forraba las carpetas y elegía las libretas con dibujos…

Ah sí! Y compré un bingo virtual para mi suegra (friki regalo dónde los haya que se merece su propio post), que para eso había ido al centro comercial.

Ayssss. Suspiro. Que buenos recuerdos.

#quierovolveraforrarcarpetas  #quebuenosratosenelpatiodelrecreo #elhelicopterodetulipáneralomás

2 thoughts on “LA VUELTA AL COLE: DÍAS DE E.G.B.

  1. Para tu consuelo, te diré que yo también tuve unos zapatos de tacón blancos… corramos un tupido velo… Por cierto, me suenan muchísimo las profesoras hermanas, Teresa y María… ¿No irían al Miguel Carreras de Sabadell? Yo tuve unas que se llamaban así, eran monjas, creo, y tenían una mala leche que para que te cuento…
    Besotes, guapa.

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