El viajar es un placer que nos puede suceder. Y a mí me ha sucedido.

Y vosotros diréis: muy bien ¿y a mí qué? Pues ¡oye! ¡Que me apetecía contároslo!

Hace dos semanas estuve en México. Bueno, en aquella parte de México donde vamos todos, concretamente en Playa del Carmen.

Una suerte de pueblecito, que, por tener, como diría mi padre, tenía hasta migas de pan. Bares, discotecas, terrazas y catrinas a punta pala.

#AmíNoMeDejesEnUnResortAisladoQueMeMuero

#CatrinaPorAquíCatrinaPorAllá #MéxicoLindoyQuerido

Éste ha sido uno deesos viajes que llenan el espíritu y oxigenan el alma. Y os aseguro yo, que eso no pasa con todos. Hay viajes que están predestinados a que salgan bien, que fluyen, que notas desde el principio que van a funcionar – también los hay que todo lo contrario y de ésos también guardo unos cuantos. #AlgunosInclusoQuePreferiríaOlvidar

#EsTanCómodoCogerTuSitioEnElAvión

Pasar doce horas en un avión es una experiencia surrealista, una claustrofobia elegida, un maldito Gran hermano en toda regla. Pero, gracias a Dios, que algún humano sediento inventó lo que conocemos como ‘Barra Libre’. Después de unos tragos y tres películas a puntico estuve de hermanarme con el señor irlandés que roncaba a mi vera en el 11C. #GraciasBritishTúSíQueSabes

Ya en destino llegas a su tarde y a tus tres de la mañana, que no sabes ni cómo te llamas.

Todo te parece sórdido y tus rodillas, esas mismas que han pasado plegadas no pocas horas, piden clemencia y dicen ‘hasta aquí hemos llegado chata”.

Literalmente quieres desmayarte en la cama del hotel, pero mi Santo quiere cenar. WTF. Con lo bien que nos iría un poquito de ayuno pre-coger-kilos-a-base-de-margaritas. Pues no. A ese 1,93 de estatura hay que echarle de comer. Allá que vamos.

Son mis cuatro de la mañana y estoy cenando en la piscina. Los ojos me estallan. Nos ponemos hasta arriba de quesadillas. Es el ansia, que nos puede. Pero lo veo claro: me hago mayor. Estos trotes ya no son para este cuerpo escombro. Ya alcanzamos las seis de la mañana cuando pillo la cama y muero sin deshacer maleta alguna.#

#LLegaryQuererProbarloTodoEsDeSerMuyAnsias

Lo más importante cuando estás de vacaciones es saber qué es lo de verdad importante. Ya. Parece básico, pero yo he aprendido a no enfadarme por nada cuando estoy en modo relax, porque luego te traes de vuelta el recuerdo empañado de mal rollo.

Recuerda, ya estás en el sitio: disfruta. Que en dos días estás de nuevo en casa fregando platos y pasando la mopa.

México es uno de esos sitios que destilan color, alegría, felicidad, fiesta. Eso o que el tequila me altera la percepción del entorno. También podría ser.

Soy de las que llego a destino y me crezco. Con lo gallina que soy aquí, una vez en situación parezco Tomb Raider.

He hecho actividades que si me las plantean aquí huyo corriendo a coger un tren con destino Yakarta. Pero ándale que ya que llegaste, tienes que probarlo. Vale. Ándale, Ándale. #PeroAúnConLaBocaPequeña

He subido pirámides con garbo, pisando fuerte. Las he bajado de culo agarrada a una cuerda y rezando el “padre nuestro que estás en el cielo haz, por favor, que no bese este suelo”.

Que dicen los Mayas que el inframundo tiene nueve pisos hacia abajo y que cuando mueres vas al último.

Vamos, que te descalabras aquí y no vas al cielo ni por asomo. Cero oportunidades. #UnaCosaFuéSubir #BajarFuéOtroCantar

He entrado en cenotes espectaculares. He nadado a oscuras sólo con una linterna en la mano sin cuestionarme qué habría bajo ese agua. He compartido estancia con murciélagos y me ha parecido normal. Flipo. Luego se va la luz en mi casa y entro en pánico.

He nadado con rayas y tortugas gigantes; a pesar de que cuando voy a casa de mi amiga Anna no me atrevo a meter la mano en la pecera donde tiene dos tortuguinas.

He tenido que improvisar lavabos aquí y allá. Tener una vejiga de bolsillo tiene sus problemas. Me he visto detrás de una palmera, en un poblado Maya, incluso escondida en unas ruinas bajo la atenta mirada de una iguana con cresta. ¿Yo? Yo que veo una lagartija común y huyo. #VerParaCreer

He descansado poco, no lo voy a negar. Mi Santo me ha puesto una reclamación por engaño. Dice que yo le dije que íbamos de “vacaciones” y no a extenuar el cuerpo en tierra ajena. ¡Es más exagerado!

¡Ah! Se me olvidaba: estuvimos casi todo un día en la piscina.

¿No es eso acaso una vacación? Se queja de purito vicio.

Estuvo todo padrísimo.

No hay nada que me guste más que viajar. Bueno sí, planchar la oreja en mi vieja almohada al regreso. Señal de que he llegado sana y salva.

Jones está de vuelta. ¡Feliz Semana!

#YoNoSoyGente #YvosotrosTampoco #TenéisQueIraMéxico