Querido Diario Virtual, (buff, tengo que buscarte un nombre pero ya!)
Estoy de vuelta. Sí, ya lo sé qué he tardado. Hombre es que tampoco es que el destino haya ido muy a favor, la verdad. Con Padre-Gran-Cherokee en el hospital con bronquitis y servidora haciendo de taxi familiar con Madre-Todo-Poderosa, pues he ido lo que se dice bien liada.
Menos mal que las cosas se van poniendo en su sitio y yo me puedo dar a mis menesteres diarios. Bueno, no puedo, porque el destino, llámese Luis, me ha enviado un resfriado de aúpa, una gastroenteritis y la regla. Vamos que me faltaba que lloviera y engordarme dos kilos para hacer el anuncio de compresas Evax. Bueno, aunque con el nivel de moco elevado con el que ando también podría hacer el de Frenadol.
Sí, el caso es hacer algo de famoseo, ya lo sé. Es que en los tiempos que corren todo el mundo quiere su minuto de gloria y yo, pues ídem. Pero van pasando los años y a mí no me descubre nadie. Eso si todo el mundo me va diciendo lo ‘crack’ que soy. Que si sirves para esto, que si sirves para lo otro. Que eres muy buena en esta materia, que lo bordas haciendo aquello…
¡Una dispersa! Eso es lo que soy. Una maldita dispersa. Que toco tantas teclas que ni con un piano de cola profesional me da la vida. Y así me va. A los cuarenta-y-tantísimos aún no sabe servidora si es domadora o fiera.
Bueno, he decidido recuperar el buen hábito de escribir. Jones sigue en pie, aunque esperando que pase febrero.
Febrero es como esa mala gripe que toca pasar, como un grano en el trasero que te duele hasta que se revienta, como un salpullido desagradable. Lo siento, pero no puedo con él.
No sé qué tiene este mes que a mí no me apetece hacer nada nadita. Ni deporte, ni cocinar, ni salir, ni socializar: es el mes de la introspección. Yo personalmente me vuelvo autista, me tumbo en el sofá mirando el techo y hasta leer me cuesta. A mi este frío me paraliza.
Yo en otra vida fui osa polar y esto era mucho más llevable. Hibernaba, Despertaba con la primavera y los caracoles y paz y después gloria. Pero claro, ahora como persona humana, de bajo termostato en mi caso, toca pasarlas canutas con este frio polar que gastamos con el dichoso cambio climático. Lo tengo claro, yo para la próxima quiero reencarnarme en Carmen Lomana, con pasta gansa, zapatos por doquier y un casoplón con tres chimeneas ardiendo.
Y claro con esta parálisis febreril, el coche hecho unos zorros, la casa en pleno síndrome de Diógenes y mis michelines liberados porque deporte tampoco hago. ¡Madre! ¡Con lo que yo soy en Mayo!
En fin, querido, te dejo por hoy. Te avanzo que estoy buscando curro y el tema está de película de ficción. Recuérdame que te lo cuente. Pero vete llamando a fenómenos paranormales porqué las entrevistas de hoy en día parecen más bien encuentros en la tercera fase (sino en la cuarta o en la quinta).
Jones se va a la cama. A ver si sueño con George Clooney (aunque Bardem también me vale).
#YoNoSoyGente #YVosotrosTampco #PeroSiSoyDispersa
Animo que febrero está “chupao”. A mí también me parece un mes insulso, pero ya tenemos la primavera a la vuelta de la esquina. Me ha gustado tu texto, muy original. Un abrazo.
Hola Carlos ¡Y Bienvenido! Te juro que para ser el mes más corto, a mi Febrero se me hace eterno. O viene ya el calor o me marchito cual margarita. Menos mal que le queda dos días y ¡finiquitado! Marzo tiene otro color, hace frío igual pero creo que el cerebro recibe otras señales… Olé, Olé y Olé…que se viene marzo, que se viene marzo! Besos! ;-P
Buenos días, querida luchadora! a mí tampoco me gusta febrero. Aunque tenga menos días me parece un mes muuuuuuuy largo. Eso que a mi sí que me gusta el frío, y más en esta etapa que estoy viviendo en la que mi biología ha decidido subir la temperatura de mi cuerpo, ahora sí y después también, y soy como una estufa ambulante. Pronto, prontito, llegará la primavera. Yo no tengo primas ni primos, pero ésta me gusta que venga a verme 😉
Ánimos, cielo, ten en cuenta que nunca acabamos de buscar ni trabajar con nosotras mismas. Puede que Febrero no sea un buen mes pero yo valoro que este frío que hace que me repliegue sobre mí misma también me proporciona momentos de introspección necesarios para hacer planteamientos sobre cómo me siento y si estoy en conexión con todo lo que hago.
Ala! ya he soltado mi rollo espiritual del mes. Suerte que ya se acaba…
Un abrazo!!!
Ahí te doy la razón. Si en algún momento consigo hacer introspección, que sabes que con lo movida que yo soy me cuesta, es en Febrero. Tiempo para mi, para pensar, para leer y para recogerme en el sofá con una copita (infusión, quise decir infusión!!) Por cierto, copita la que tenemos tu y yo pendiente. feliz lunes mi querida Imma.
Ale, ya lo ha dicho todo la Inma, suscribo, remarco y me sumo, otra sufridora al bote de las que se bajan de Febrero y a la que le están empezando los calores y que tiene más achaques que el gobierno de la nación, lo dicho, que llegue el verano cuanto antes o nos marchitamos mustias y maltrechas. Muaaaaaa
Querida Lula-Tacones. ¡Que bueno verte también por aquí! Pensé que con este febrero tan insulso quemaba el boli (sinónimo de patear el teclado) y dejaba de escribir. Yo aún no me he sumado a los calores espontáneos que nos regala ese momento hormonal tan delicado, pero me da a mi que me falta poco. Es cómo cuando ves el precipicio pero aún no te asomas. Bueno, te envio besazos también desde aquí. En un tris, calorcita. Siempre hablando desde el Mediterráneo claro… (:-P 😛 :- )