Querido Diario Virtual,
Aysss. Gracias a Dios/Alá/Buda/Otros (táchese lo que no convenga) que se acabó la Navidad. Los canelones al por mayor, los roscones edulcorados y el alcohol disfrazado de festivo champagne regando gargantas.
Ya fin de todo eso, por favor. Yo lo que quiero de vuelta es mi COTIDIANIDAD. Que esta muy infravalorada pero que es muy necesaria. Que todos pedimos que la vida nos traiga sorpresas, pero luego tampoco queremos morir de novedad.
A todos nos gusta tener un bar de referencia, un gimnasio de esos que mantienes, una amiga que escucha tus dramas absurdos y un vinito que sabes que no te va a traer la resaca del quince al día siguiente.
Todos queremos, aunque si nos preguntan lo negaremos como si de ser cómplices en un asesinato se tratara, cotidianidad en vena.
El café con leche de las mañanas. Tus tres galletas. Un kiwi. Una ducha rápida. Algunos wasaps. Revisar la agenda. 8.03 Parking. Radio. On your way.
#YoTomandoElCaféDeLas8am #AntesMuertaQueDespeinada
Llegar al trabajo, aparcar. Código 514. Huella dactilar. Pase, esta es su casa. Abrir el ordenador, saber lo que tienes que hacer. Tu café laxante de las 9.30. Tus compañeros. El bueno, el feo, el malo. Saber de que pie calzan. Esto y después aquello y así hasta las 17.30h. Good Bye.
¿Y lo que mola entrar en “tu” bar? En ese dónde tienes TU mesa y hasta TU camarera preferida. Que es esa que sabe que los biquinis te gustan más que planchados… ¡chorreando queso por los laterales!
Ella sabe que cuando le pides “un café con sus cositas” en realidad le estás pidiendo un gin-tonic con gominolas. Y te sonríe y te dice mientras te guiña un ojo: “Hoy te lo traigo fuerte de cafeína, que te veo chafadilla”. Y tu sigues charlando con tu acompañante porque sabes que estas en el sitio adecuado y que esa mujer quiere tu bienestar. Eso da relax.
#MarchandoEseCaféCargado #OhYeahh
Esa amiga que es capaz de ir al bar más perro a tomar el vino más peleón porque el octavo drama de esta semana te parece que está cogiendo unas dimensiones difíciles de gestionar.
De pronto necesitas que alguien se siente contigo a tomar dos croquetas aceitosas y un mal pincho, para luego, ya bien regadas, te de uno de esos abrazos que te devuelve a la tierra y que te hace llegar a casa pensando: “¡anda, pues si tampoco es tan grave!”.
Tener esa amiga. Ese cotidiano par de ostias que te devuelven a la realidad. Eso no tiene precio. Bueno si lo tiene, pero que las copas y los pinchos no pasan de diez euros. Habrase visto psicólogo más barato.
#VaTíaTómateUnaCopaQueLoVasAVerMásClaro
Ese gimnasio. Esa taquilla, la 325, porque somos territoriales hasta para estas pequeñas cosas. Esa ducha que tú sabes que es la que lanza el mejor chorro, ese jabón que es un poco friegaplatos, pero bueno ya te vale. Esa toalla que rasca un poco pero que tu asumes como peeling. Esos codazos para poder cambiarte.
Esa risa floja con la compañera porque no te quedan fuerzas pa’ ná después de la clase de spinning. Y sales. Y tu coche aparcado siempre en la misma calle. Y caminito a casa. Tres semáforos. Un cruce. Cero sorpresas. Tu parquing. Casa.
#ClaseDeSpinningGlam #SudarSíPeroConGlamour
Te sientas en la cama. Tus calcetines de borreguito y tu pijama de franela. Te acogen. Te abrazan. Te estaban esperando. Te dicen “ven aquí, todo esta bien”. Te indican que has llegado a destino. Ese calorcito conocido que reconforta. Eso es la leche.
La llamada de tu madre a las 22h. Que como te ha ido el día. Que tu padre se ha resfriado un poco. Que hoy he hecho caldo. Que si te traigo un tupper. La llamada que te confirma que todo esta bien, que todo sigue en su sitio. Y que hoy, una noche más, paz y después gloria para todos.
Tumbarte en el sofá, que te hagan un masaje en los pies, que te rompas el cuello intentando ver la serie de moda y que no pases del primer intemedio. Despertar a las 2am. Corre ¡ a la cama! TU cama. Ayssss, la tranquilidad. La vida cotidiana.
¡Que sí! Que despertar cada día en un país, en una habitación de lujo espectacular, tener un trabajazo bien pagado, un entrenador personal que venga a tu casa/hotel, que tus amigas sean las siempre-ideales de Sexo en New York y que tus padres estén forrados haciendo cruceros tampoco suena tan mal…
Pero si me preguntáis, lo negaré todo. La cotidianidad es el nuevo negro.
#YoNoSoyGente #YVosotrosTampoco #LaCotidianidadEsbien
That’s true, real true.
Pero algo de la lotería, en vez de aquello que lo importante es tener salud…
Salud, después de tragar lo indecible?
Pues igual sí que es una lotería seguir sana después de las fiestas navideñas.
Buenísimo. Creo que tenías que hacer un libro con estos escritos y publicarlo. Créeme, que tengo vista para esto.
Muchas Gracias Juana. No pienses le estoy dando una vuelta al tema… Gracias!
A mí también me gustan algunas de mis cotidianidades. Eso sí, me ayudaría a sobrellevar más determinados temas uno de esos “cafés con sus cositas”.
Besos, Jones.
Los “cafés con cositas” son primera necesidad!
Buenísimo
Gracias. Bueno no sé pero real…¡un rato largo! Gracias por tu visita!
Que vivan las rutinas que hacen espinas