Good Morning. Good Monday.
Me he dado cuenta en estas últimas semanas que entre los 25 años y los 65 años hay, lo que los ingleses dirían, un GAP. Un agujero. Una incógnita. Un vacío. Un no-pertenecer-a-ningún-sitio. Una adultez perdida.
Un tiempo y espacio en que eres viejoven y ya no entras gratis a los museos ni por adolescente ni por jubilado. ¿Qué queréis que os diga? Pues que a los cuarenta y tantos ya con mis primeros achaques y empezando a peinar canas, me veo sin carnet joven y sin carnet de transporte gratuito por madura.
Y es que mi madre viene conmigo a hacer hipopresivos dos veces a la semana en un grupo en el que yo soy la juventud ¡imaginad! Y se la pasan hablando del IMSERSO, de los viajes a 5 € (sí, sí, ¡los hay! A cinco euros), de los bailes en los hoteles y de las ventajillas del jubileta activo que hoy se estila.
Luego el finde me lo paso con mis sobrinos de 19 y 21 años que con su carnet de soy-joven-y-molo-mogollón tienen la leche de ventajas y sus viajecillos low cost por Europa.
Pero ¿y los del medio? Me faltan unos Erasmus para madurit@s, unas excursiones bien de precio para cuarentañer@s – pero que en vez de aceite nos vendan consoladores -, unos bailecitos buenos en hoteles SPA con Chillout en el ático. Un ir en autocar en vez de a Villanueva de Arriba a Locomia de Abajo. Unas sobremesas ya no digo con chinchón, pero con unos gin-tonics…
Y ya puestos, unas rebajitas en el metro, que vamos todos muy locos arriba y abajo. Unos carnet-descuento en gimnasios y masajes, que a los maduros el cansancio nos puede. Unos regalitos, un juego de sartenes, un fin de semana en Estepona. ¡Yo qué sé! ¡Algo! ¡Algo!
Jolín, ¡que estamos muy abandonados los ‘del medio’! Total, yo ya renqueo de una pierna de tanto running, tengo vista cansada y empiezo a ser cegarata de lejos. Las lumbares me aquejan. ¿Sabéis? Pues eso. ¡Que me apunten ya para el balneario en Benidorm, por favor!
Menudo camelo eso de la adultez. Es como entrar en un túnel del que no sales hasta pasados 40 años. Un bucle. Un día de la marmota. Un ciclón de semanas sin fin. ¡Por favor! ¡Alguna ventajita para los que estamos sudando la gota gorda en pleno mantenimiento del país! Gracias.
¡Ala! Que a gusto me he quedado. Ya lo he dicho tó. Y ahora voy a sacar mi T-10 a precio de oro para ir a mis clases.
Menos mal que este finde he descansado y estreno semana con cuerpo de reinona dispuesta a comerme el mundo ¡con y sin carnet!
Besos y achuchones a todos los viejovenes en la sala.
#YoNoSoyGente #YVosotrosTampoco #CuantaAdultezPerdida
(Ilustración: Víctor Fernández)
PUes menos mal que no hay erasmus para maduritas porque vaya peligroooo, de hecho estoy pensando en matricularme en algo solo para hacerme un erasmus glorioso de esos que hay ahora que me tienen muerta de envidia de la malaaaaa, madre mía lo que haría yo solita por ahí un año enteritoooo, y con lo que se ahora, nada de mamarrachadas de adolescentes que pierden el tiempo que ni se imaginan jaaaaa. Te animas? El año que viene nos matriculamos en la uni y al siguiente nos vamos, vete pensando a dónde. Los sargentos si eso, de visita un par de veces …
Oye, pues no ha sido un Erasmus, pero esta semanita de estudiante a lo europeo me ha sentado de lujo. Con su visita del sargento y todo. Nada de tener 18 y no saber que hacer con tu vida. Con cuarentaytantos y un Londres por delante ¡me ha faltado metro! Esto lo tengo yo que repetir…
me apuntooooooo